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jueves, 31 de agosto de 2023

Osman Hamdi Bey, el gran intelectual turco

Esta entrada es especial, pues hoy escribiré acerca de una de mis figuras turcas (y otomanas) favoritas. Conocido por su gran labor cultural durante finales del siglo XIX y principios del XX, este gran hombre fue pionero en áreas como el arte, la museología o la arqueología, en una Turquía imperial que se debatía entre una identidad oriental-religiosa y otra occidental laica. Fundador de la actual Universidad de Bellas Artes Mimar Sinan en 1882, fue también director por 29 años del Museo Arqueológico de Estambul y alcalde de Kadıköy (distrito de Estambul). Así es, no hablamos de otro que de Osman Hamdi Bey.


Nacido en Estambul en 1842, en una familia de orígenes griegos por vía paterna, fue el primogénito de İbrahim Ethem Bey, uno de los primeros Ingenieros en Minas del imperio, oriundo de la isla de Quíos, quien en 1877 se volvería gran visir (primer ministro) durante el sultanato de Abdülhamid II. Motivado por su padre él y sus hermanos obtuvieron una educación influenciada tanto por la cultura Otomana como occidental y después de su educación primaria en 1856 fue matriculado en la escuela Maarif-i Adliye, llamando la atención de su círculo cercano por los dibujos al carboncillo que realizaba con sólo 16 años. Ya en este período mostro su interés por los museos y exposiciones, teniendo la oportunidad de viajar a Viena (capital austriaca) junto a su padre, quien deseando otorgarle un buen futuro lo enviaría a París a estudiar derecho.

El padre de Osman

París, siglo XIX

Sin embargo, Osman decidiría abandonar la carrera para así dedicarse a su interés por la pintura, formándose bajo la tutela de artistas orientalistas franceses como Jean-Léon Gérôme y Gustave Boulanger y mostrando un gran interés por los acontecimientos artísticos de su época. Resalta su participación en la Exposición Universal de París de 1867, enviando tres pinturas (perdidas hoy en día) llamadas El reposo de los gitanos, Soldado del Mar Negro al acecho y Muerte del soldado. 

Al mismo tiempo tomo cursos de arqueología, su segunda pasión, para regresar a Estambul en 1869 tras una estancia de nueve años en Francia, en donde conocería a su primera esposa (de la que se divorciara diez años después), Marie, de la cual nacerían dos hijas: Fatma y Hayriye.

Hamdi y sus hijas

En Turquía usaría sus conocimientos en derecho para hacerse con puestos en el gobierno imperial, trasladándose a Bagdad en la Irak otomana, empleado en la Dirección de Asuntos Exteriores. Aquí se interesó por los diversos aspectos de esta ciudad, así como su historia; articulando por primera vez su intención y sus motivaciones de desempeñar un papel en el avance de la cultura y la civilización de los pueblos musulmanes.

En sus cartas a su padre, escritas en francés en lugar de turco, se quejaba del supuesto atraso del mundo islámico y pedía reformas para alcanzar a los europeos en lo que respecta a las ciencias, la administración, el arte y otros campos. 

“Los comerciantes no son nada honestos. Si estuvieran en Francia, serían condenados inmediatamente a trabajos forzados”, añadió, explicando que las elites de las clases adineradas y políticas mantenían deliberadamente a la gente corriente en la pobreza y la ignorancia.

 
                 La chica que recoge lilas (1881)         Leyendo el Corán (1890)

La obra de Hamdi Bey de 1880 'Niña recitando el Corán' es la pintura más cara producida por un artista turco

Conoció y se hizo amigo del futuro novelista Ahmet Mithat Efendi, enseñándole acerca de la cultura occidental, que influiría posteriormente en su obra. A su regreso a la capital imperial, ya divorciado de su mujer, Osman Hamdi se convirtió en director adjunto del Protocolo de Palacio, asistiendo como comisario a la Exposición Internacional celebrada en Viena en 1873. En este viaje conoció a su segunda esposa, otra mujer francesa también llamada Marie, que le daría otros cuatro hijos, tres mujeres y un niño: Melek, Leyla, Ethem y Nazlı. 

Osman Hamdi Bey posa disfrazado de caballero oriental en la Exposición Mundial de Viena, donde fue responsable de una exposición de trajes tradicionales turcos, 1873. Posteriormente utilizó estas imágenes como referencia en sus pinturas.

 
Dos retratos de Osman Hamdi Bey de su segunda esposa Marie, que más tarde adoptó el nombre de Naile Hanım.

Dos años después, en 1875, sería nombrado primer alcalde de Kadıköy, permaneciendo en su cargo durante un año. Sin embargo, renunciara de manera prematura al servicio público durante la guerra otomano-rusa (1877-78), radicándose en su casa de la aldea de Gebze para dedicarse por completo a la pintura. 

Osman Hamdi Bey posa en su estudio, con parte de su obra detrás de él. A diferencia de los autorretratos orientalistas de sus pinturas, él vestía ropa europea y hablaba francés en casa. Aunque parece relajado, en realidad está sentado en una mesa. Por encima de su hombro se puede ver un bosquejo de la mezquita Muradiye.

Aun así, volverían a llamarlo desde la capital, pues tras la muerte de Anton Dethier, director del Museo Imperial, en 1881 el sultán Abdülhamid lo considero idóneo para ocupar el puesto tras mucha insistencia de sus visires. De este modo Osman sería el primer turco en usar el titulo (anteriormente los directores fueron ciudadanos extranjeros) y como uno de sus primeros actos preparo una legislación que prohibiera la exportación de artefactos históricos, luchando así contra el robo de patrimonio nacional y marcando un primer precedente, pues hasta ese momento los otomanos mostraban poco interés en tales materias, generando el ambiente propicios para que otros estados se aprovecharan y hurgaran en los territorios imperiales, pero ahora los gobernadores otomanos locales e incluso el propio sultán tendrían prohibido, por ejemplo, enviar objetos históricos al extranjero como obsequios.

Esta ley era tan meticulosa en sus detalles que permaneció en vigor hasta bien entrada la era republicana de Turquía y no fue reemplazada por un código actualizado hasta 1973.

Antiguo museo imperial

Menos de un año después se le asignara otra misión, aprovechando sus conocimientos artísticos; fundar la primera academia de arte otomana. El sultán lo puso a cargo de la institución, cuyo diseño estructural fue planeado por el arquitecto Alexandrer Vallaury, con ayuda del propio Hamdi, quien tras la inauguración en 1883 se volvería su primer director. Las primeras cuatro ramas impartidas serian: pintura, escultura, arquitectura y grabado. De este modo los artistas otomanos ya no necesitarían salir del país para instruirse a nivel profesional en estas diciplinas, aunque en un inicio solo conto con ocho instructores y una veintena de estudiantes. 

La academia de Arte Otomana, actual Universidad de Bellas Artes Mimar Sinan

Mantendría estos dos cargos por años, aunque descontento por el descuidado aspecto presente en el museo imperial, que con una trayectoria de 25 años contaba con 650 piezas expuestas sin cuidado, dándole el aspecto de un pobre museo provincial, en vez del de una gran institución imperial. Motivado por esto planificaría las primeras campañas arqueológicas turcas, con el fin de nutrir a la institución de nuevas piezas venidas de las distintas regiones otomanas, primero a nivel local como el Monte Nemrut y Lagina (en Turquía) y luego en las zonas árabes del imperio, como Sayda (Líbano). 



Osman Hamdi Bey excavando en el sitio arqueológico del Monte Nemrut. La cabeza que se aprecia en las fotografías corresponde a las estatuas de un santuario construido entre el 69 y el 36 a.c, por el rey Antíoco I. 

Terraza Este: Tronos

Cabezas de estatuas

Pese a los grandes descubrimientos efectuados en Turquía, seria en el Líbano que Osman daría con su tesoro más recordado. Pues entre los artefactos antiguos que encontró en 1887 durante sus excavaciones en Sidón se encuentra el Sarcófago de Alejandro, considerado una de las obras maestras del mundo de la arqueología. 

Mismo que fue desenterrado por mera casualidad tras la denuncia de un aldeano local, quien se topó con ruinas antiguas mientras construía una nueva casa. De acuerdo con la legislación que Hamdi Bey había preparado este informó al gobernador otomano local, quien examinó el lugar él mismo y transmitió los hallazgos a sus superiores hasta que la noticia llegó a Estambul. Allí, el sultán otomano Abdulhamid II encargó a Osman que dirigiera las excavaciones y trajera los objetos de regreso a la capital, un proyecto que duraría tres meses en su etapa inicial.

Esta impresión fue realizada por el fotógrafo y artista francés J. Devillard y publicada en Une nécropole royale à Sidon. Fouilles de Hamdy Bey en 1892 por Osman Hamdi Bey (1842–1910) y Theodore Reinach (1860–1928) a través de Ernest Laroux en París (Hamdi Bey/Reinach, 1892, 60).

El Sarcófago de Alejandro es un sarcófago de piedra que data de finales del siglo IV a. C. y que estaba adornado por bajorrelieves de Alejandro Magno. 

Otro gran sarcófago desenterrado en esta región sería el de Tabnit, el cual sufriría un aparatoso accidente durante su traslado. Resulta que cuando los operarios lo abrieron encontraron "un cuerpo humano flotando en perfecta conservación en un peculiar fluido". Lamentablemente, mientras Hamdi Bey estaba almorzando, los obreros volcaron el sarcófago y derramaron el líquido, de modo que "el secreto del maravilloso líquido quedó nuevamente escondido en la arena de Sidón" y el cuerpo se descompuso rápidamente. Aunque Hamdi señaló en 1892 que se había quedado con una parte de la sustancia que quedaba en el fondo del sarcófago, dicha evidencia no trascendió. 

El sarcófago de Tabnit, rey de Sidón y padre de Eshmunazar II, que reinó hacia el año 490 a. C. en esta ciudad fenicia. Está decorado con dos inscripciones separadas y no relacionadas, una en jeroglíficos egipcios y otra en escritura fenicia.


"Sólo entonces pudimos ver finalmente el interior del sarcófago. Una capa de arena amarillenta y húmeda de la que emergía el rostro demacrado, las clavículas, las rótulas, así como la punta de los pies a los que les faltaban los dedos, llenaba el fondo del tanque hasta 25 centímetros de sus bordes... Liberado de la tapa, primero hice sacar el cuerpo del rey del tanque y ordené que lo estiraran sobre una tabla para sacarlo afuera y confiárselo al Doctor Mourad effendi, médico municipal de Saida, a quien había encargado que lo pusiera en condiciones de ser transportado a Constantinopla [antiguo nombre de Estambul), pues todos los músculos de las partes posteriores así como todos los órganos internos del tórax y del abdomen estaban perfectamente conservados. "Conservé una porción del barro formado de arena y podredumbre que contenía, y el resto lo pasé por un colador cuando este barro se hubo diluido por primera vez en agua. Allí se encontró, salvo algunos fragmentos de anillos de plata."


(Traducción) Hamdi Bey, Osman; Reinach, Théodore (1892), Une nécropole royale à Sidon: fouilles: Planches, pp 101-103. 

Todas estas excavaciones le dieron fama mundial y prestigio en todo el imperio; más aún cuando el resto de su familia se involucró en las expediciones, llevando a cabo otras en solitario. Su hijo el arquitecto Ethem Bey, por ejemplo, realizó excavaciones en la antigua ciudad de Tralles (actual Güzelhisar, Aydın) y encontró frisos de un templo atribuido a la diosa Artemisa junto con otros numerosos artefactos. De este modo las inversiones aparecieron desde todos los territorios y pronto Osman cayo en cuenta de que las instalaciones del museo imperial no serían suficientes para albergar las nuevas adquisiciones, por lo que inicio los preparativos para crear una nueva organización con permiso del sultán, "El museo arqueológico de Estambul", cuya inauguración ocurrió en 1899, con ampliaciones entre 1903 y 1907, sumándole una tienda de fotografía y suvenires, además de una biblioteca, pues como expreso Hamdi: “Al presentar los objetos, es necesario tener información sobre ellos". 

Emir Son, un arqueólogo del museo dijo a Middle East Eye (sitio web de noticias) que "por primera vez en la historia de Turquía, Osman Hamdi Bey creó un catálogo de museo con fotografías asombrosas”. Como si todo esto último no fuese suficiente, los almacenes que Osman Hamdi Bey había instalado en ciudades fuera de Estambul se convirtieron en la base de los museos regionales que se crearían en el futuro. 

Museo arqueológico de Estambul

Inauguración del museo

Por el lado de las artes nunca dejó de pintar, compaginando esta faceta con sus excavaciones; dibujaba sus cuadros en su casa de Gebze (actual museo) en verano, fue la primera persona en utilizar la composición figurativa en la pintura turca sometiendo a las élites que discutían sobre las figuras femeninas en la pintura moderna, incluyéndolas activamente en sus obras y usó lugares históricos como decoración y accesorio. "El entrenador de tortugas" (1906) y "El comerciante de armas" (1908) se encuentran entre las obras más interesantes y originales de Osman Hamdi, muchas de las cuales se exhiben en el Museo de Pintura y Escultura de Estambul o en los museos de Londres, Liverpool y Boston.

La casa de Osman en Gebze

El interior

El entrenador de tortugas (1906). La pintura representa a un anciano con traje religioso tradicional otomano: una prenda larga roja con dobladillo bordado, cinturón en la cintura y un turbante turco. La figura puede ser un autorretrato del propio Hamdi. El traje anacrónico es anterior a la introducción del fez y la difusión de la vestimenta de estilo occidental con las reformas de Tanzimat a mediados del siglo XIX en Turquía. Osman Hamdi Bey creó la pintura en un momento de gran agitación social y política en el imperio, que todavía abarcaba partes de la península de los Balcanes, partes del norte de África, toda Anatolia y el Levante, y gran parte de la península Arábiga. Es por tanto una satira a la lentitud reformadora del estado.


El traficante de armas (1908). Es una obra en la que Osman se retrata a sí mismo sentado en el capitel de una columna junto a su hijo, ambos con ropas de una época anterior. Se interpreta que los diferentes tocados que llevan y el hecho de que uno esté sentado mientras el otro está de pie con un arma explica la brecha generacional. 

En sus últimos años el artista se sentía cansado y tenía dificultades para viajar a Estambul, dejando sus deberes a su hijo y hermano, siendo las personas en las que más confíaba. Se retiro definitivamente junto a su esposa Naibe Hanım y sus hijos a su mansión de Gebze. Durante este período realizó retratos de muchas personas, especialmente de sus familiares. Falleció el 24 de febrero de 1910 en Estambul, después de la oración fúnebre en la Mezquita de Santa Sofía, siendo su cuerpo trasladado al Kiosco de Azulejos, según su testamento.















Bibliografía:

Osman Hamdi Bey: padrino del arte y la cultura turca

https://anamoralesblog.com/osman-hamdi-bey-padrino-del-arte-y-la-cultura-turca/



Osman Hamdi Bey: Artist, archaeologist and protector of Ottoman heritage

https://www.middleeasteye.net/discover/osman-hamdi-bey-ottoman-heritage-protector-artist



Osman Hamdi Bey: biyografya

https://www.biyografya.com/biyografi/15183



Osmanlı Müzeciliği Altın Çağında “ Müze-i Hümayun”

https://arsizsanat.com/osmanli-muzeciligi-altin-caginda-muze-i-humayun/



Osman Hamdi: Britannica

https://www.britannica.com/biography/Osman-Hamdi-Bey



Osman Hamdi Bey Kimdir?

https://www.bilgiustam.com/osman-hamdi-bey-kimdir/



THREE INTERSECTING LIVES: HAMDI BEY

http://www.ottomanlands.com/category/image-folders/three-intersecting-lives-hamdi-bey.html



Osman Hamdi Bey: Vikipedi

https://tr.m.wikipedia.org/wiki/Osman_Hamdi_Bey#cite_note-18



Osman Hamdi Bey: Wikipedia the free encyclopedia

https://en.wikipedia.org/wiki/Osman_Hamdi_Bey

jueves, 18 de mayo de 2023

El orient express (de Francia a Turquía)

Anuncio del Orient Express con los horarios del invierno 1888-89.

Investigando uno de mis tópicos favoritos, el Imperio Otomano, comencé a leer artículos y a ver documentales, acerca del famoso Orient Express. Un tren emblemático de finales del siglo XIX que, gracias a su lujo, trayecto y uso en distintos medios culturales, ha quedado inmortalizado en el inconsciente colectivo. Este tren conecto las ciudades de París y Constantinopla (actual Estambul) atravesando media Europa; volviéndose el medio de viaje predilecto de la clase alta, por varias décadas. Gracias a todo este trasfondo, me apeteció dedicarle una entrada en esta página, para compartir un poco más de información de este expreso. 

Rutas históricas del Orient Express.

La idea de crear un servicio de pasajeros que uniese Europa Occidental con el lado Oriental surgió de Georges Nagelmackers, un belga descendiente de una rica familia de banqueros con vínculos cercanos a la corte del Rey Leopoldo II. Fascinado por los ferrocarriles tras vivir en Estados unidos, a su regreso a Europa trajo el formato de los coches cama y vagones restaurante, que descubrió en América, con la idea de formar una línea férrea que atravesase medio continente; fundando para este propósito la Compagnie Internationale des Wagons-Lits en 1874. Esta corporación introdujo el lujo a los viajes en tren, colocando la primera piedra de lo que sería el Orient Express.

Una vez que el nuevo formato se asentó en el gusto popular, en 1883 partió el primer viaje desde París a Constantinopla, junto a 40 pasajeros que en 7 días experimentaron un fenómeno nunca visto en el viejo mundo. De repente las distancias se acortaron significativamente con este avance, que convirtió al inaugurado Orient en una pieza muy cotizada por la clase alta. Si bien es cierto, la parada final a la capital Otomana no fue del todo directa hasta 1891 (cuando las ultimas vías se construyeron), la ciudad y el viaje en sí, resultaban un destino atractivo y exótico, debido a la posición geográfica de Constantinopla en el bosforo.


Puente Galata a finales del siglo XIX y la Mezquita Nueva al fondo




Estación de Sirkeci, Estambul (Turquía)

La ruta era operada tres veces por semana, pasando por varias capitales y parando en otras como Bucarest (Rumania), Belgrado (Serbia) y Sofía (Bulgaria). El precio del boleto no era nada accesible para las personas que no contaran con un ingreso fijo alto, debido al nivel y calidad que ofrecía el servicio, así como la distancia tan larga que cubría. Para hacerse a la idea, el pasaje del viaje inaugural costo 700 francos, que en dinero moderno serian algo así como 1750 euros, en una época en la que el obrero francés ganaba un promedio de cuatro francos la hora. 

Para los turcos, todas estas innovaciones que surgieron de la llamada reforma Tanzimat les conectaron con el resto de Europa, lo que trajo consigo nuevas formas y estilos de vida, lejos de la identidad islámica que había predominado hasta entonces a lo largo del Imperio Otomano, desarrollando a su vez la industria turística que fue creciendo y creciendo conforme la demanda aumentaba. Por ejemplo, en 1895 se fundó el Hotel Pera Palace, que ofrecía los mismos estándares lujosos a los que estaban acostumbrados los pasajeros del Orient Express. Ubicado en el área de Tepebaşı de Pera que, conocida como 'pequeña Europa' debido a sus actividades culturales y sociales, ofrecía una vista magnífica al Cuerno de Oro.


Una foto del hotel de la época otomana.

Una foto del interior del hotel.

Una vista desde el Cuerno de Oro (1896)

Los servicios de esta famosa compañía se tuvieron que suspender durante la Primera Guerra Mundial, cuando Europa entro en la hecatombe, reanudando los viajes a finales del conflicto en 1918; iniciando toda una nueva época, ya que fue justamente en el periodo de entreguerras que el Orient Express llegaría a su máximo esplendor. 

Los famosos que solicitaban el transporte eran incontables, lo que ayudo a engrandecer aún más la popularidad de la línea, que unió para siempre su nombre con estas figuras históricas. De entre ellas, quizás la más mencionada sea Agatha Christie, escritora británica, autora del superventas "Asesinato en el Orient Express", de su mítica serie de novelas del detective Hércules Poirot. Se alojo por primera vez en el Hotel Pera en 1926, ocupando la habitación 411. Cautivada por el viaje en tren paso largos periodos en la renombrada Estambul, gestándole la idea de lo que sería su libro, publicado en 1934. 



Greta Garbo, Coco Chanel, Jacqueline Kennedy, Ernest Hemingway, Alfred Hitchcock, Pierre Loti, Lawrence de Arabia o Mata Hari, son solo algunos de los que engrosan la lista de personajes históricos que utilizaron el expreso. 

Sin embargo, con el paso del tiempo sus servicios se fueron empobreciendo conforme nuevas tecnologías, como los viajes aéreos, fueron ganando terreno. Los vagones camas se modificaron y paulatinamente el Orient Express fue perdiendo el lujo que lo había caracterizado, debido a la falta de presupuesto. El servicio se suspendería en 1977, realizando el último viaje directo París-Estambul, en mayo de ese año. Los vagones se siguieron utilizando para desplazamientos más cortos, sin llegar a Turquía; para inicios de los 2000 solo cubría el tramo entre Viena y París y con la apertura de la línea ferroviaria de alta velocidad LGV Est París-Estrasburgo el 10 de junio de 2007, el tramo se redujo aún más a Estrasburgo-Viena, saliendo todas las noches a las 22:20. El último tren con el nombre Orient-Express (ahora con un guion) partió de Viena el 10 de diciembre de 2009 y un día después de Estrasburgo.

Coches Orient Express, 1930








VIDEOGRAFÍA

The Orient Express: History's Most Glamorous Train


FUENTES


https://www.elconfidencial.com/viajes/2020-11-11/orient-express-viajes-tren_2818443/

https://anamoralesblog.com/estambul-y-el-orient-express-leyendas-vivas/

https://tr.wikipedia.org/wiki/%C5%9Eark_Ekspresi

https://www.fikriyat.com/galeri/tarih/osmanli-doneminden-eski-istanbul-fotograflari




FILMOGRAFÍA

Murder on the Orient Express (2017)


Orient Express (2004)


Orient Express (1954)


Orient-Express (1944) 



sábado, 7 de agosto de 2021

LA CAIDA DE CONSTANTINOPLA (1453)

Es difícil hablar de la historia turca sin mencionar al Imperio Otomano y la hazaña que lo volvería con el paso de los siglos en el regente de Medio oriente, los Balcanes y el norte de África. Pero seamos claros, al momento de hablar acerca de “turcos” en la antigüedad hacía referencia a dos grupos musulmanes del medio oriente: Los selyuqis (selyúcidas) y los Otomanos. Estos primeros en el año 1100 controlaban la mayor parte de Anatolia (arrebatada a los Bizantinos), Palestina, las tierras que rodeaban el Golfo Pérsico y las ciudades santas de Arabia, llegando incluso hasta Samarkanda (uzbekistán).

Este control territorial fue producto de la aplastante victoria de los selyuqis sobre el ejército Bizantino en Malazgirt (actualmente Turquía), en el año 1071. Casi al mismo tiempo tomaron con éxito Jerusalén, arrebatándosela a los musulmanes egipcios que la gobernaban. Estos dos hechos produjeron tal conmoción entre los bizantinos, el papado y los europeos, que tuvieron como resultado los 200 años posteriores de cruzadas.

¿Y cuándo entonces comenzamos a hablar de Otomanos y no Selyucidas? Bueno, lo cierto es que a pesar del éxito de los Selyucidas al retomar el control de palestina, las continuas guerras con los cruzados mermaron sus fuerzas (recuerda que fueron 200 años de cruzadas). Por otro lado, el Islam entró en un periodo de introspección interna debido a la popularidad del misticismo Sufi. En ese estado de agotamiento y debilidad, sucumbieron ante el repentino ataque de los mongoles. Bagdad cayó presa de los invasores en el año 1258 y el imperio selyuqi llegó a su fin.

OSMAN I, FUNDADOR DEL IMPERIO OTOMANO


Tuvo que pasar su tiempo para que los Turcos de la Anatolia, ahora bajo el reinado del Sultán Osman I, a principios del siglo XIV, se unificaran tomando el nombre de Osmanli u Otomanos en su honor (traducción de “Imperio Otomano” al turco: Osmanlı İmparatorluğu). Ya con aires renovados bajo el mando de Osman los otomanos declararon la guerra santa al ya mermado Imperio bizantino y se dirigieron desde Constantinopla hasta los Balcanes, venciendo a los Serbios en el año 1389 y, posteriormente, en el año de 1396, al ejército cruzado húngaro. Los mongoles, al mando de Tamerlán, frenaron temporalmente los éxitos otomanos, pero Tamerlán (militar turco-mongol) siguió avanzando con su ejército y los otomanos se recuperaron.

MEHMED II "El conquistador de Constanstinopla" y septimo sultan Otomano, entrando victorioso a la ciudad

Ahora, ¿Qué fue la caída de Constantinopla?

Fue la invasión de los otomanos (ahora liderados por Mehmed II “el conquistador") a Constantinopla (actual Estambul), lo que tendría como fin ultimo la caída del imperio romano de oriente, cuyos territorios con posterioridad serian reclamados por los Turcos Otomanos, bajo el mando de los subsecuentes sultanes de la dinastía Osmanli. Este hecho histórico transcurrio el 29 de mayo de 1453 y significo el fin de una era, pues no tardaría poco después en caer el Imperio romano por completo.