jueves, 31 de agosto de 2023

Osman Hamdi Bey, el gran intelectual turco

Esta entrada es especial, pues hoy escribiré acerca de una de mis figuras turcas (y otomanas) favoritas. Conocido por su gran labor cultural durante finales del siglo XIX y principios del XX, este gran hombre fue pionero en áreas como el arte, la museología o la arqueología, en una Turquía imperial que se debatía entre una identidad oriental-religiosa y otra occidental laica. Fundador de la actual Universidad de Bellas Artes Mimar Sinan en 1882, fue también director por 29 años del Museo Arqueológico de Estambul y alcalde de Kadıköy (distrito de Estambul). Así es, no hablamos de otro que de Osman Hamdi Bey.


Nacido en Estambul en 1842, en una familia de orígenes griegos por vía paterna, fue el primogénito de İbrahim Ethem Bey, uno de los primeros Ingenieros en Minas del imperio, oriundo de la isla de Quíos, quien en 1877 se volvería gran visir (primer ministro) durante el sultanato de Abdülhamid II. Motivado por su padre él y sus hermanos obtuvieron una educación influenciada tanto por la cultura Otomana como occidental y después de su educación primaria en 1856 fue matriculado en la escuela Maarif-i Adliye, llamando la atención de su círculo cercano por los dibujos al carboncillo que realizaba con sólo 16 años. Ya en este período mostro su interés por los museos y exposiciones, teniendo la oportunidad de viajar a Viena (capital austriaca) junto a su padre, quien deseando otorgarle un buen futuro lo enviaría a París a estudiar derecho.

El padre de Osman

París, siglo XIX

Sin embargo, Osman decidiría abandonar la carrera para así dedicarse a su interés por la pintura, formándose bajo la tutela de artistas orientalistas franceses como Jean-Léon Gérôme y Gustave Boulanger y mostrando un gran interés por los acontecimientos artísticos de su época. Resalta su participación en la Exposición Universal de París de 1867, enviando tres pinturas (perdidas hoy en día) llamadas El reposo de los gitanos, Soldado del Mar Negro al acecho y Muerte del soldado. 

Al mismo tiempo tomo cursos de arqueología, su segunda pasión, para regresar a Estambul en 1869 tras una estancia de nueve años en Francia, en donde conocería a su primera esposa (de la que se divorciara diez años después), Marie, de la cual nacerían dos hijas: Fatma y Hayriye.

Hamdi y sus hijas

En Turquía usaría sus conocimientos en derecho para hacerse con puestos en el gobierno imperial, trasladándose a Bagdad en la Irak otomana, empleado en la Dirección de Asuntos Exteriores. Aquí se interesó por los diversos aspectos de esta ciudad, así como su historia; articulando por primera vez su intención y sus motivaciones de desempeñar un papel en el avance de la cultura y la civilización de los pueblos musulmanes.

En sus cartas a su padre, escritas en francés en lugar de turco, se quejaba del supuesto atraso del mundo islámico y pedía reformas para alcanzar a los europeos en lo que respecta a las ciencias, la administración, el arte y otros campos. 

“Los comerciantes no son nada honestos. Si estuvieran en Francia, serían condenados inmediatamente a trabajos forzados”, añadió, explicando que las elites de las clases adineradas y políticas mantenían deliberadamente a la gente corriente en la pobreza y la ignorancia.

 
                 La chica que recoge lilas (1881)         Leyendo el Corán (1890)

La obra de Hamdi Bey de 1880 'Niña recitando el Corán' es la pintura más cara producida por un artista turco

Conoció y se hizo amigo del futuro novelista Ahmet Mithat Efendi, enseñándole acerca de la cultura occidental, que influiría posteriormente en su obra. A su regreso a la capital imperial, ya divorciado de su mujer, Osman Hamdi se convirtió en director adjunto del Protocolo de Palacio, asistiendo como comisario a la Exposición Internacional celebrada en Viena en 1873. En este viaje conoció a su segunda esposa, otra mujer francesa también llamada Marie, que le daría otros cuatro hijos, tres mujeres y un niño: Melek, Leyla, Ethem y Nazlı. 

Osman Hamdi Bey posa disfrazado de caballero oriental en la Exposición Mundial de Viena, donde fue responsable de una exposición de trajes tradicionales turcos, 1873. Posteriormente utilizó estas imágenes como referencia en sus pinturas.

 
Dos retratos de Osman Hamdi Bey de su segunda esposa Marie, que más tarde adoptó el nombre de Naile Hanım.

Dos años después, en 1875, sería nombrado primer alcalde de Kadıköy, permaneciendo en su cargo durante un año. Sin embargo, renunciara de manera prematura al servicio público durante la guerra otomano-rusa (1877-78), radicándose en su casa de la aldea de Gebze para dedicarse por completo a la pintura. 

Osman Hamdi Bey posa en su estudio, con parte de su obra detrás de él. A diferencia de los autorretratos orientalistas de sus pinturas, él vestía ropa europea y hablaba francés en casa. Aunque parece relajado, en realidad está sentado en una mesa. Por encima de su hombro se puede ver un bosquejo de la mezquita Muradiye.

Aun así, volverían a llamarlo desde la capital, pues tras la muerte de Anton Dethier, director del Museo Imperial, en 1881 el sultán Abdülhamid lo considero idóneo para ocupar el puesto tras mucha insistencia de sus visires. De este modo Osman sería el primer turco en usar el titulo (anteriormente los directores fueron ciudadanos extranjeros) y como uno de sus primeros actos preparo una legislación que prohibiera la exportación de artefactos históricos, luchando así contra el robo de patrimonio nacional y marcando un primer precedente, pues hasta ese momento los otomanos mostraban poco interés en tales materias, generando el ambiente propicios para que otros estados se aprovecharan y hurgaran en los territorios imperiales, pero ahora los gobernadores otomanos locales e incluso el propio sultán tendrían prohibido, por ejemplo, enviar objetos históricos al extranjero como obsequios.

Esta ley era tan meticulosa en sus detalles que permaneció en vigor hasta bien entrada la era republicana de Turquía y no fue reemplazada por un código actualizado hasta 1973.

Antiguo museo imperial

Menos de un año después se le asignara otra misión, aprovechando sus conocimientos artísticos; fundar la primera academia de arte otomana. El sultán lo puso a cargo de la institución, cuyo diseño estructural fue planeado por el arquitecto Alexandrer Vallaury, con ayuda del propio Hamdi, quien tras la inauguración en 1883 se volvería su primer director. Las primeras cuatro ramas impartidas serian: pintura, escultura, arquitectura y grabado. De este modo los artistas otomanos ya no necesitarían salir del país para instruirse a nivel profesional en estas diciplinas, aunque en un inicio solo conto con ocho instructores y una veintena de estudiantes. 

La academia de Arte Otomana, actual Universidad de Bellas Artes Mimar Sinan

Mantendría estos dos cargos por años, aunque descontento por el descuidado aspecto presente en el museo imperial, que con una trayectoria de 25 años contaba con 650 piezas expuestas sin cuidado, dándole el aspecto de un pobre museo provincial, en vez del de una gran institución imperial. Motivado por esto planificaría las primeras campañas arqueológicas turcas, con el fin de nutrir a la institución de nuevas piezas venidas de las distintas regiones otomanas, primero a nivel local como el Monte Nemrut y Lagina (en Turquía) y luego en las zonas árabes del imperio, como Sayda (Líbano). 



Osman Hamdi Bey excavando en el sitio arqueológico del Monte Nemrut. La cabeza que se aprecia en las fotografías corresponde a las estatuas de un santuario construido entre el 69 y el 36 a.c, por el rey Antíoco I. 

Terraza Este: Tronos

Cabezas de estatuas

Pese a los grandes descubrimientos efectuados en Turquía, seria en el Líbano que Osman daría con su tesoro más recordado. Pues entre los artefactos antiguos que encontró en 1887 durante sus excavaciones en Sidón se encuentra el Sarcófago de Alejandro, considerado una de las obras maestras del mundo de la arqueología. 

Mismo que fue desenterrado por mera casualidad tras la denuncia de un aldeano local, quien se topó con ruinas antiguas mientras construía una nueva casa. De acuerdo con la legislación que Hamdi Bey había preparado este informó al gobernador otomano local, quien examinó el lugar él mismo y transmitió los hallazgos a sus superiores hasta que la noticia llegó a Estambul. Allí, el sultán otomano Abdulhamid II encargó a Osman que dirigiera las excavaciones y trajera los objetos de regreso a la capital, un proyecto que duraría tres meses en su etapa inicial.

Esta impresión fue realizada por el fotógrafo y artista francés J. Devillard y publicada en Une nécropole royale à Sidon. Fouilles de Hamdy Bey en 1892 por Osman Hamdi Bey (1842–1910) y Theodore Reinach (1860–1928) a través de Ernest Laroux en París (Hamdi Bey/Reinach, 1892, 60).

El Sarcófago de Alejandro es un sarcófago de piedra que data de finales del siglo IV a. C. y que estaba adornado por bajorrelieves de Alejandro Magno. 

Otro gran sarcófago desenterrado en esta región sería el de Tabnit, el cual sufriría un aparatoso accidente durante su traslado. Resulta que cuando los operarios lo abrieron encontraron "un cuerpo humano flotando en perfecta conservación en un peculiar fluido". Lamentablemente, mientras Hamdi Bey estaba almorzando, los obreros volcaron el sarcófago y derramaron el líquido, de modo que "el secreto del maravilloso líquido quedó nuevamente escondido en la arena de Sidón" y el cuerpo se descompuso rápidamente. Aunque Hamdi señaló en 1892 que se había quedado con una parte de la sustancia que quedaba en el fondo del sarcófago, dicha evidencia no trascendió. 

El sarcófago de Tabnit, rey de Sidón y padre de Eshmunazar II, que reinó hacia el año 490 a. C. en esta ciudad fenicia. Está decorado con dos inscripciones separadas y no relacionadas, una en jeroglíficos egipcios y otra en escritura fenicia.


"Sólo entonces pudimos ver finalmente el interior del sarcófago. Una capa de arena amarillenta y húmeda de la que emergía el rostro demacrado, las clavículas, las rótulas, así como la punta de los pies a los que les faltaban los dedos, llenaba el fondo del tanque hasta 25 centímetros de sus bordes... Liberado de la tapa, primero hice sacar el cuerpo del rey del tanque y ordené que lo estiraran sobre una tabla para sacarlo afuera y confiárselo al Doctor Mourad effendi, médico municipal de Saida, a quien había encargado que lo pusiera en condiciones de ser transportado a Constantinopla [antiguo nombre de Estambul), pues todos los músculos de las partes posteriores así como todos los órganos internos del tórax y del abdomen estaban perfectamente conservados. "Conservé una porción del barro formado de arena y podredumbre que contenía, y el resto lo pasé por un colador cuando este barro se hubo diluido por primera vez en agua. Allí se encontró, salvo algunos fragmentos de anillos de plata."


(Traducción) Hamdi Bey, Osman; Reinach, Théodore (1892), Une nécropole royale à Sidon: fouilles: Planches, pp 101-103. 

Todas estas excavaciones le dieron fama mundial y prestigio en todo el imperio; más aún cuando el resto de su familia se involucró en las expediciones, llevando a cabo otras en solitario. Su hijo el arquitecto Ethem Bey, por ejemplo, realizó excavaciones en la antigua ciudad de Tralles (actual Güzelhisar, Aydın) y encontró frisos de un templo atribuido a la diosa Artemisa junto con otros numerosos artefactos. De este modo las inversiones aparecieron desde todos los territorios y pronto Osman cayo en cuenta de que las instalaciones del museo imperial no serían suficientes para albergar las nuevas adquisiciones, por lo que inicio los preparativos para crear una nueva organización con permiso del sultán, "El museo arqueológico de Estambul", cuya inauguración ocurrió en 1899, con ampliaciones entre 1903 y 1907, sumándole una tienda de fotografía y suvenires, además de una biblioteca, pues como expreso Hamdi: “Al presentar los objetos, es necesario tener información sobre ellos". 

Emir Son, un arqueólogo del museo dijo a Middle East Eye (sitio web de noticias) que "por primera vez en la historia de Turquía, Osman Hamdi Bey creó un catálogo de museo con fotografías asombrosas”. Como si todo esto último no fuese suficiente, los almacenes que Osman Hamdi Bey había instalado en ciudades fuera de Estambul se convirtieron en la base de los museos regionales que se crearían en el futuro. 

Museo arqueológico de Estambul

Inauguración del museo

Por el lado de las artes nunca dejó de pintar, compaginando esta faceta con sus excavaciones; dibujaba sus cuadros en su casa de Gebze (actual museo) en verano, fue la primera persona en utilizar la composición figurativa en la pintura turca sometiendo a las élites que discutían sobre las figuras femeninas en la pintura moderna, incluyéndolas activamente en sus obras y usó lugares históricos como decoración y accesorio. "El entrenador de tortugas" (1906) y "El comerciante de armas" (1908) se encuentran entre las obras más interesantes y originales de Osman Hamdi, muchas de las cuales se exhiben en el Museo de Pintura y Escultura de Estambul o en los museos de Londres, Liverpool y Boston.

La casa de Osman en Gebze

El interior

El entrenador de tortugas (1906). La pintura representa a un anciano con traje religioso tradicional otomano: una prenda larga roja con dobladillo bordado, cinturón en la cintura y un turbante turco. La figura puede ser un autorretrato del propio Hamdi. El traje anacrónico es anterior a la introducción del fez y la difusión de la vestimenta de estilo occidental con las reformas de Tanzimat a mediados del siglo XIX en Turquía. Osman Hamdi Bey creó la pintura en un momento de gran agitación social y política en el imperio, que todavía abarcaba partes de la península de los Balcanes, partes del norte de África, toda Anatolia y el Levante, y gran parte de la península Arábiga. Es por tanto una satira a la lentitud reformadora del estado.


El traficante de armas (1908). Es una obra en la que Osman se retrata a sí mismo sentado en el capitel de una columna junto a su hijo, ambos con ropas de una época anterior. Se interpreta que los diferentes tocados que llevan y el hecho de que uno esté sentado mientras el otro está de pie con un arma explica la brecha generacional. 

En sus últimos años el artista se sentía cansado y tenía dificultades para viajar a Estambul, dejando sus deberes a su hijo y hermano, siendo las personas en las que más confíaba. Se retiro definitivamente junto a su esposa Naibe Hanım y sus hijos a su mansión de Gebze. Durante este período realizó retratos de muchas personas, especialmente de sus familiares. Falleció el 24 de febrero de 1910 en Estambul, después de la oración fúnebre en la Mezquita de Santa Sofía, siendo su cuerpo trasladado al Kiosco de Azulejos, según su testamento.















Bibliografía:

Osman Hamdi Bey: padrino del arte y la cultura turca

https://anamoralesblog.com/osman-hamdi-bey-padrino-del-arte-y-la-cultura-turca/



Osman Hamdi Bey: Artist, archaeologist and protector of Ottoman heritage

https://www.middleeasteye.net/discover/osman-hamdi-bey-ottoman-heritage-protector-artist



Osman Hamdi Bey: biyografya

https://www.biyografya.com/biyografi/15183



Osmanlı Müzeciliği Altın Çağında “ Müze-i Hümayun”

https://arsizsanat.com/osmanli-muzeciligi-altin-caginda-muze-i-humayun/



Osman Hamdi: Britannica

https://www.britannica.com/biography/Osman-Hamdi-Bey



Osman Hamdi Bey Kimdir?

https://www.bilgiustam.com/osman-hamdi-bey-kimdir/



THREE INTERSECTING LIVES: HAMDI BEY

http://www.ottomanlands.com/category/image-folders/three-intersecting-lives-hamdi-bey.html



Osman Hamdi Bey: Vikipedi

https://tr.m.wikipedia.org/wiki/Osman_Hamdi_Bey#cite_note-18



Osman Hamdi Bey: Wikipedia the free encyclopedia

https://en.wikipedia.org/wiki/Osman_Hamdi_Bey

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