domingo, 18 de julio de 2021

TROPAS DE ÉLITE EN LA GRAN GUERRA















Podría pensarse que la Primera Guerra Mundial fue una guerra de grandes ejércitos que se movían según un antiguo plan que nunca funcionaba, y que nadie hacía nada al respecto. Nada más lejano de la verdad. Los cazadores alpinos, las tropas de choque, los batallones de granaderos y otros tipos de unidades lucharon con tácticas de ataque desarrolladas expresamente para cada ataque en las trincheras y más allá. 

Un nuevo estilo de combate agresivo

Los diablos franceses, los Arditi italianos y los soldados de asalto alemanes usan las radicales técnicas de infiltración de Hutier, un nuevo y agresivo estilo de combate que surgió en la Gran Guerra. 

Este enfoque revolucionario de hacer la guerra era un claro alejamiento de la costosa práctica de utilizar asaltos frontales masivos de infantería. Los ataques con soldados de asalto por lo general comenzaban con un pequeño, pero violento, bombardeo de artillería concentrado en un punto pequeño y no en un amplio frente. Los soldados de asalto se adentraban rápidamente en la tierra de nadie, tomaban provocar confusión y paralizar al enemigo por detrás. En muchos casos a esto le seguía un grupo de infantería regular enviado a asegurar el territorio capturado. 

Un grupo de tropas alpinas en 1897, 14º  Batallón.



CAMUFLAJE EN LA GRAN GUERRA

Hay que recordar que los franceses fueron a esta guerra con pantalones rojos y eso resultó ser inadecuado. El armamento moderno de la Primera Guerra Mundial era muy diferente al de guerras anteriores por su capacidad de largo alcance. Ahora los rifles podían hacer disparos mortales a más de una milla y la artillería llegaba más lejos que nunca. También entrá en juego la óptica. El camuflaje era necesario para vencer este nuevo tipo de armas y también para crear posiciones ocultas desde las cuales disparar. 

El desarrollo del camuflaje no dejaba de cambiar. Desde el psicodélico "camuflaje brillante" en los barcos hasta los árboles y vacas muertas de mentiras que proporcionaban excelentes posiciones para los francotiradores. La ocultación en todo tipo de formas y figuras podía hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Se pintaban cañones, ambulancias, aviones, cascos, tanques y autos. Y los movimientos artísticos como el impresionismo y el cubismo influenciaron el desarrollo del camuflaje. 

martes, 13 de julio de 2021

REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA (1914-1918)

Ninguna otra guerra ha implicado un cambio tan rápido como la 1° Guerra Mundial. Se ha dicho que, entre 1914 y 1918, el mundo pasó de 1870 a 1940, y en muchos sentidos es cierto. Los hombres fueron a la guerra cabalgando y regresaron en tanques. En agosto de 1914, la vieja escuela se vio las caras con la nueva cuando la infantería marchó en masa, con uniformes de colores brillantes, en contra de las ametralladoras. La nueva escuela ganó. 

La ametralladora surgió como un arma decisiva durante la Primera Guerra Mundial. Imagen: Equipo de ametralladoras británicas Vickers en el frente occidental.

El triplano Fokker de Manfred von Richthofen (el "Barón Rojo")

Dirigibles y aviones surcaron los cielos, submarinos y buques de guerra los mares, y las armas más grandes de todas, las armas de Paris, disparaban municiones que fueron los primeros objetos hechos por el hombre que alcanzaron la estratósfera. Las tropas de asalto, el bombardeo en línea, la guerra química, la guerra psicológica del bombardeo a civiles alejados del frente, estos fueron los distintivos de la Primera Guerra Mundial. Hasta las cosas que damos por garantizadas hoy en día, como los cierres, las comunicaciones de radio, las toallas sanitarias y las salchichas de soya se convirtieron en comodidades cotidianas gracias a la guerra. La medicina avanzó más en esos cuatro años que en cualquier época anterior o posterior. 

Cuando los vencedores volvieron a trazar el mapa después de la guerra, emergieron muchos países que ahora conocemos. El mundo de la posguerra fue, en todos los sentidos, un mundo nuevo. 

Armas improvisadas británicas en Fort Reuenthal


viernes, 2 de julio de 2021

MOSA-ARGONNE (1918)

Sedan - Verdun y alrededores: la ofensiva Meuse-Argonne, septiembre-noviembre de 1918 ( c. 1938).

Fecha26 de septiembre - 11 de noviembre de 1918
LugarCercanías de Verdún
Coordenadas49°16′21″N 5°08′31″ECoordenadas49°16′21″N 5°08′31″E (mapa)
ResultadoVictoria aliada
ConsecuenciasAvance general sobre el Frente Occidental por parte de los Aliados.
Beligerantes
Bandera de Estados Unidos Estados Unidos~1.2 MillonesBandera de Imperio alemán Imperio alemán~450.000
Comandantes
Bandera de Estados Unidos John J. Pershing
Bandera de Estados Unidos Hunter Liggett
Bandera de Francia Henri Gouraud
Bandera de Francia Henri Mathias Berthelot
Bandera de Imperio alemán Georg von der Marwitz
Bajas
Bandera de Estados Unidos: 26.277 muertos, 95,786 Heridos
Bandera de Francia70,000 muertos
Bandera de Imperio alemán90.000–120.000

La ofensiva Mosa-Argonne en 1918 fue el bautizo de fuego para casi 1.2 millones de soldados estadounidenses. Ahí pelearon contra el imperio alemán que había fortificado sus defensas profundamente a lo largo de la línea de Hindenburg. Los tanques franceses permitieron avances, pero pronto los estadounidenses se encontraron en problemas en el bosque de Argonne. 

Conquistar el infierno




La ofensiva aliada de los Cien Días comenzó con la Batalla de Amiens, cuyo objetivo era capturar el vital centro ferroviario en Sedán, junto al río Mosa, ya que sin él los alemanes no podrían proporcionar suministros y apoyo a sus fuerzas en el norte de Verdún. El trabajo de tomar Sedán recayó en las frescas tropas norteamericanas, bajo el mando del general "Black jack" Pershing y las fuerzas francesas. 

Ayudarían a los norteamericanos con todo lo que fuera necesario: artillería, tanques y soporte aéreo. Los alemanes se mantuvieron fuertes, pero cuando sus reservas menguaron, no tuvieron más remedio que retirarse. Para el 5 de noviembre, la artillería aliada ya estaba cerca de las líneas ferroviarias. 

Hasta el día de hoy, la Ofensiva Mosa-Argonne, con 1.2 millones de soldados norteamericanos involucrados, es la batalla más grande en la historia de los Estados Unidos. Fue un éxito, pero uno muy costoso. La pelea en el territorio fuertemente fortificado del bosque de Argonne ha sido descrita como el "infierno en la tierra" y fue la batalla más sangrienta de la guerra para los norteamericanos. 

En el bosque de Argonne


El sombrío corazón del bosque de Argonne fue el escenario de la ofensiva Mosa-Argonne, parte de la ofensiva final de los aliados, que terminó con el armisticio el 11 de noviembre de 1918. Su objetivo era tomar la central ferroviaria de Sedán, interrumpiendo así la red de suministro alemana hacia Francia Bélgica. 

No sería tarea fácil; el bosque ocultaba un laberinto plagado de defensas alemanas con ametralladoras, y aunque eran más de un millón de tropas americanas atacando, no tenían experiencia y se enfrentarían a casi medio millón de alemanes con los ánimos altos, endurecidos por la batalla y resueltos a no perder su posición.