martes, 26 de junio de 2018

Logia.

Hace menos de un año cuando empece con estos documentos encontré entre tantos temas, La Logia Lautarina o Logia Lautaro, y desde ese momento sabia que debía incluirlo en mi bibliografía: 
En esta ocasión les traigo un ensayo que me e decidido terminar sobre la llamada Logia, un grupo masón con una gran importancia en la historia de la independencia de América. En fin mejor que lo lean a que lo siga explicando, disfrútenlo lectores. 

P.D: El horario de publicación sera martes y sábado, quizá vean algunos cambios en el blog, estoy probando estilos y así ver cual me acomoda más. Ahora si disfruta.

La Gran Reunión Americana también conocida como Logia de los Caballeros Racionales, fue fundada por el caudillo venezolano Francisco de Miranda  en el año 1797 en Londres. El apelativo de Logia Lautarina o Logia Lautaro se debe a los relatos que contó Bernardo O'Higgins a Miranda sobre las Hazañas en contra de la dominación española del héroe mapuche Lautaro, quien en 1546 se dejó capturar por las fuerzas conquistadoras de Pedro de Valdivia, para así ganarse la confianza de los invasores y aprender de sus fortalezas y debilidades, lo que luego uso para iniciar una guerra contra el avance hispano. Miranda y O'Higgins educaron a los "Hermanos Lautaristas" en la idea de que ellos también debían convertirse en "enemigos internos, supuestamente aliados" para sus adversarios. El objetivo fundamental de esta Logia era lograr la independencia de América, estableciendo un sistema republicano unitario y un gobierno confederado. Se hablo incluso de una monarquía criolla, idea que defendió hasta su muerte el hermano José de San Martín. 


  >>Aunque nació y se desarrollo principalmente en Argentina, su influencia se extendió por otros países sudamericanos, como 
Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela y Uruguay. Dado su carácter de organización secreta , ayudo a coordinar y establecer contactos entre muchos de los lideres de la independencia hispanoamericana, como Bernardo O'higgins, Simón Bolívar, Andres Bello, Antonio José de Sucre, José de San Martín y otros tantos, incluso algunos que traicionaron y fueron traicionados por la organización, como es el caso del chileno José Miguel Carrera, por lejos la figura mas trágica relacionada con la historia de esta conspiración. 



 >>De acuerdo a lo que sostiene el historiador chileno Jaime Eyzaguirre (1908-1968) en la introducción a su ensayo La Logia Lautarina y otros estudios sobre la independencia, "en la formación y estimulo del proceso de la independencia hispanoamericana jugo un papel importante una sociedad secreta, conocida con el nombre de La Logia Lautarina, que se ramifico en diversos  sitios del continente y que después de la batalla de Chacabuco, el 12 de febrero de 1817, tuvo por varios años un papel decisivo en la política chilena y argentina". Sostiene Eyzaguirre que sobre el origen de la logia abundan más las conjeturas que los documentos realmente comprobados. Sin embargo, hay más o menos consenso entre los historiadores-y estudiosos- en apuntar que este grupo chileno emerge de una logia masonica instituida en Londres por el venezolano Francisco de Miranda y esparcida luego a España y a las colonias de América del Sur.  

>>¿Pero puede hablarse de ellos como reales exponentes de la masoneria? El Historiador español y experto en sectas y grupos religiosos Manuel Prado es contrario a la idea: "Creo que la relación mas directa entre esta logia y la masoneria se da en la figura del primer presidente de Chile, Don Manuel Blanco encalada, quien fue miembro del grupo y luego fundo la masoneria chilena en 1827. por otra parte. debe tomarse en cuenta que muchos miembros de la Lautarina eran fervientes católicos, como el sacerdote José Cortes Madariaga, algo imposible de imaginar dentro de una sociedad de masones". 



Francisco de Miranda, Fundador de la Logia Lautarina


>>Pero indudablemente la Logia Lautarina compartía elementos con la masonería, sobre todo en 
cuanto a su carácter iniciático y secreto. Bernardo O´Higgins usaba en su correspondencia cierto lenguaje fácil de identificar como masón: referencias al Gran Hacedor, al Gran Dispensador de los Favores, al Señor de la Luz, a la Estrella Solitaria, al género humano como la obra, etc. Por supuesto, este tipo de sustantivos y adjetivos eran bastante comunes en el siglo XVIII que, después de la Ilustración, trataba de alejarse lo más posible de ideas y preceptos vinculados con la religión, especialmente del catolicismo. 

>>A propósito de Bernardo O´Higgins, no debe olvidarse que el prócer tuvo una fuerte influencia tanto religiosa como filosófica en su formación educacional. Para él fue especialmente importante la “Carta de la tolerancia”  de John Locke, que sumada a la influencia de Miranda hicieron del hijo del virrey del Perú un humanista con ideas muy ilustradas, más de lo que muchos piensan. En el aspecto religioso, por ejemplo, tenía una visión extremadamente racional, inclinada hacia la teología natural en lugar de la teología sagrada, es decir, hacia probar y demostrar la existencia de Dios más por el criterio de la razón humana que por la fe.


Bernardo O´ Higgins 


>>No obstante, no es menor el dato de desprecio que O´ Higgins sentía de niño hacia las autoridades eclesiásticas que por años lo trataron como un ciudadano de segunda clase, ultrajando su origen como hijo de una madre soltera y primogénito no reconocido del virrey del Perú. Sabía el futuro padre de la patria de Chile que el apelativo de “huacho” se había originado en los pasillos de parroquias, conventos y escuelas, amparados por la Iglesia catolica y de ahí se había difundido entre sus iguales, primero, y enemigos politícos, después. Aunque jamás habló de venganza hacia los curas, era bien sabido entre sus pares el deseo de O´ Higgins de bajarle los humos a los portadores de sotanas. Fue precisamente su mentor, Francisco de Miranda, quien le enseñó que lo mejor no era un ataque directo, sino usar su propio dogma y tradiciones para espolonear donde más les doliera a los obispos, “como Lautaro con Pedro de Valdivia”, le habría recordado. El dato de que a su muerte, en 1842, lo hiciera vestido con los hábitos de un franciscano no fue, como se piensa, un acto de humildad y acercamiento a la fe cristiana, sino una derecha burla hacia esa orden católica, la misma que lo educó, despreció y burló de niño en su natal Chillán.  

>> A la hora de buscar antecedentes de la Logia Lautarina en Chile y Argentina, ha de retrocederse a 1811. Ese año los hermanos Carrera, que habían regresado de España, se tomaron el poder en Santiago. José Miguel ocupó el cargo de Director Supremo de Chile, iniciando la formación del ejército patriota. Instaló además el alumbrado público, compró una imprenta y publicó La Aurora de Chile, el primer periódico del continente. Todo como parte de un plan de manipulación de masas ideado por su amigo fray Camilo Henríquez, un intelectual carolino que además era hermano lautarino y quien fuera responsable de iniciar a José Miguel en este grupo, por instrucciones del propio Francisco de Miranda, con quien mantenía una constante correspondencia. El propio Bernardo O´ Higgins abogó para que Carrera fuera aceptado en la logia, sin imaginar lo que ello acarrearía. Este primer gobierno instauró además la primera bandera chilena y comenzó la planificación de un nuevo Congreso. 

>> Pero a poco andar el régimen, José Miguel Carrera dejó de ser un hermano activo dentro de la Lautarina, nombrando a los componentes de su gobierno sin consultar a la logia y sin hacerla partícipe. Mucho molestó a Miranda que en lugar de Camilo Henríquez fuera Manuel Rodríguez -amigo de infancia de los Carrera- convocado como secretario de gobierno, y que se le diera activa participación como ideóloga a Javiera, la hermana del clan, ya que era sabido que uno de los preceptos más inquebrantable de la Lautarina era la negación a que mujeres participaran en asuntos relacionados con sus intereses. Esto fue visto como una traición por José de San Martín, quien convoco a su "hermano" Bernardo O´ Higgins –miembro fundador de la logia y quien en 1811 participaba en el gobierno como congresista representante de la ciudad de Concepción- a que derrocara el gobierno. 

O´ Higgins v/s Carrera

>> Obediente a sus maestros y camaradas, en agosto de 1814, O´ Higgins formó un ejército privado y avanzó desde Concepción hacia Santiago. Quiso la casualidad que esto sucediera al mismo tiempo en que desembarcaron en Valparaíso y Coquimbo tropas realistas enviadas para reconquistar Chile. Carrera le hizo ver a O´ Higgins que debían unirse para atacar a los españoles. Sin embargo, O´ Higgins solo deseaba ocupar la dirección del país y que Carrera dejara el mando de las fuerzas armadas. 

>> Finalmente se produjo el choque entre ambos caudillos, al tiempo que los españoles alcanzaban a las tropas de O´ Higgins y las atacaban. Al ver esto, el hijo del virrey se unió a Carrera, compartiendo el mando del ejército. Las fuerzas chilenas estaban compuestas por mil trecientos soldados, aunque solo algunos eran profesionales, en tanto que las españolas estaban formadas por más de cinco mil, todos aguerridos. Es lo que se conoce en la historia de Chile como el Desastre de Rancagua, sucedió el 2 de octubre de 1814 y que termina con el gobierno de Carrera, iniciando así el proceso político bautizado como Reconquista española. Es también uno de los instantes más controvertidos en la carrera militar de O´ Higgins, cuando en medio de la batalla y al ver que sus tropas estaban perdidas, reúne a sus oficiales y realiza una "carga", que fue en realidad una manera de escapar con la frente en alto. El dejar a sus hombres en medio de una carnicería sería un precio que el hijo del virrey, a pesar del apoyo incondicional de la Logia Lautarina, jamás lograría saldar .



Desastre de rancagua

>> Lo que quedaba de las tropas chilenas debió huir a Mendoza. El primero en llegar fue O´ Higgins, quien de inmediato fue acogido por José de San Martin, quien lo nombró segundo al mando, Dos meses después arribó José Miguel Carrera, a quien de golpe se le quitó el mando del Ejército Chileno, se le dejó de reconocer como Director Supremo y se le encarceló por cargos de desobediencia, todo por orden de los miembros de la logia>>. 

<<Para nadie es un secreto que la francmasonería alcanzó un gran desarrollo en las clases altas y cultas de la Europa del siglo XVIII. Aunque hay indicios de su existencia en Inglaterra desde al menos un par de siglos antes, su orientación definitiva data de 1717, año que coincide con la fundación en la capital británica de una gran logia que recibió los principios racionalistas en boga, contrarios, en su mayoría, a las religiones positivistas, particularmente la católica. Tras su aparición en Italia y España. Desde un inicio, el Vaticano advirtió con preocupación su influencia, que estimó antagónica a sus principios. Sucesivamente, los papas Clemente XII y Benedicto XIV condenaron esta organización secreta y prohibieron bajo severas penas canónicas afiliarse a ella. Ser Sede. Y así lo aceptó el rey Fernando VI de España, quien en 1751 mandó a redactar un decreto contra la masonería, bajo pena de excomunión papal. Sus súbditos de la península y América quedaron de esta forma advertidos. 

>>Entonces, ¿cuál fue el vínculo inicial entre Francisco de Miranda, mentor de la Logia Lautarina, y la francmasonería? A inicios del siglo XX, el historiador norteamericano William Spence Robertson, en su ensayo La vida de Miranda (1929), aporta más sombras que luces al misterio. Literalmente: "Aunque manifestó interés por los establecimientos masónicos en el curso de sus viajes por Europa, el examen de sus papeles inéditos nada revela y prueba que perteneciera a la orden masónica, ni que fuese un gran maestro de esta". 

>>Sobre lo anterior, el libro de Eyzaguirre subraya que las investigaciones de Spence Robertson no excluyen el afán proselitista de Miranda en pro del ideario de la emancipación, cosa que señala, en particular, al referirse a sus relaciones con el joven Bernardo O´Higgins. Sobre el caso es necesario apuntar que O´Higgins guardó como recuerdo unas instrucciones del venezolano en las que se leían consejos acerca de la relación con la Iglesia: "Es un error creer que cada hombre, que es un tonsurado o canónigo (sacerdotes, diáconos y clérigos), es un fanático intolerante y un enemigo decidido de los derechos del hombre. Conozco por experiencia que en esta clase existen los hombres más ilustrados y liberales de Sudamérica, pero la dificultad está en descubrirlos. El temor a los graves castigos los hacía disimular sus ideas". No hubo, como puede leerse, en su persona una aversión completa hacia los hombres de fe. 

William Spence Robertson, autor de "La vida de Miranda"


>>Por supuesto, lo anterior es lo que podemos definir como la versión oficial de la historia de la logia y su particular mentor, Francisco de Miranda: bajo la superficie el relato crece y se extiende en una geografía donde los límites no solo son difíciles de definir, sino que derechamente no existen. Miranda nació en Caracas en 1750 en el seno de la familia de un rico comerciante que de inmediato educó a su hijo en las artes de la ilustración y la lectura, haciendo del muchacho un temprano intelectual cuya curiosidad y necesidad de conocimiento propició que, en plena adolescencia, consultara textos y filosofías que no eran precisamente del gusto de su familia y, sobre todo, de sus educadores religiosos. Sacerdotes católicos advirtieron al padre de Miranda que el joven estaba buscando la compañía de pensadores peligrosos y leyendo textos contrarios a la educación cristiana. 

>>A los catorce años, Francisco de Miranda sufrió la primera quema de libros, un dolor que, sin embargo, fue curado por la seguridad de que lo aprendido en esos textos ya habitaba en su cabeza. Tres años después fue enviado a España a terminar su instrucción militar, donde se graduó con maestría en esgrima, ciencias de la guerra y grado de capitán, cargo con el cual el ejército del rey lo envió a Pensacola, Estados Unidos, como parte de las fuerzas hispanas que apoyaban al general George Washington en la guerra de Independencia contra los ingleses. Es aquí cuando surge en el joven oficial la idea de convertir Sudamérica en un espejo del proyecto de Washington, unos Estados Unidos del sur, libres de la corona española. Sin embargo, pronto cae en la atención de la Inquisición, que lo investiga por su lectura y colección de textos prohibidos y por su fascinación por dibujar desnudos femeninos, que lo llevan a ser acusado de promover obscenidades. En 1782 llega la orden de apresarlo y regresarlo a España, pero él escapa y se refugia en Filadelfia. 



>>En 1783, Thomas Jefferson, amigo muy cercano de Miranda, se encargó de iniciarlo en 
masonería y lo invitó a ser parte de una orden aún más secreta, de la cual formaban parte el general Washington y otros intelectuales estadounidenses, como John Adams y Benjamin Franklin, los cuales eran llamados Illuminati del Nuevo Orden o del Nuevo Mundo; es en ese contexto donde comienza a fraguar a  su sueño de los Estados Unidos de Sudamérica o Gran Colombia, y la búsqueda iniciática de un  "gran señor de la luz". Miranda es, además, bautizada en lo que el venezolano llama "rito del poder", del cual el general estadounidense era el único que podía ser parte, dado su origen vinculado a la nobleza criolla estadounidense. 

>>En 1785, Miranda regresa a España, nación que lo declara proscrito y ordena su detención. Escapa e inicia una aventura por Holanda, Prusia, Italia, Francia, Turquía y Rusia, donde es considerado ciudadano protegido por el príncipe Potemkin. En este período es invitado a Baviera por Adam Weishaumpt, fundador de los Illuminati europeos, quien había creado el movimiento como respuesta a los norteamericanos para así garantizar el control de la economía del viejo mundo. De Weishaupt, el venezolano abraza la idea de que la iluminación no solo es intelectual, sino también política y, sobre todo, económica. Es así que recurre al primer ministro inglés para presentarle el proyecto de la Nueva Colombia ofreciéndole -a cambio de su ayuda contra la corona española- el monopolio del comercio en la nueva nación federada que iba a surgir en el nuevo mundo. El plan es finalmente desechado, por lo cual Francisco vuelve a recorrer Europa, refugiándose en Francia, donde acaba apresado en el proceso de la Revolución Francesa, compartiendo celda con un joven Napoleón y salvándose de guillotina gracias a una oportuna confusión de nombres. Tras arrancar de Francia, Miranda viaja al norte de Italia, donde encuentra a su "señor de luz" -su lucifer privado- en los relatos de la aparición de un ser de luz cerca de Palermo, el cual, según un culto local, era espejo de la señora luminosa que había aparecido por primera vez en el cerro del Al-Karem en Israel y a la que la Iglesia católica había cristianizado como Virgen del Carmen. 
























>>Hacía 1798, Francisco de Miranda regresa a Londres como profesor de estrategias de guerra y esgrima en la academia Richmond, donde Bernardo O´Higgins, José de San Martin y su amigo Simón Bolívar. Recordando la experiencia de los Illuminati de Jefferson, el venezolano une a sus pupilos en su propia versión de este grupo al cual, para diferenciarlos, llama Caballeros Racionales o Brillantes, Bautizando los relatos del chileno Bernardo O´Higgins sobre la guerra de Arauco, como Logia Lautarina o Logia Lautaro. Y son estos jóvenes caudillos, más otros que fueron sumándose con el paso de los años, tanto en Londres como en Cadíz y Buenos Aires, los que concretaron el sueño del venezolano universal: dar libertad a Hispanoamérica y consagrar la hazaña a la devoción del Señor de Luz de la Iluminación, o como se ha conocido desde entonces: la Virgen del Carmen. Traicionado por su propio hermano, Simón Bolívar, Francisco de Miranda fallecería en San Fernando, España, en 1816, un año antes de que sus pupilos más queridos –Bernardo O´Higgins y José de San Martín- cruzaran los Andes en un rito iniciático dedicado a la Señora del Carmen. El plan para la Gran Colombia o los Estados Unidos de Sudamérica fue tomado posteriormente por Simón Bolívar, pero su rivalidad con los hermanos Sucre, San Martín y O´Higgins impidió que el gran proyecto del fundador de la logia se concretara, limitándose a una nación federal fundada en 1821 y que unió a Panamá, Ecuador, Colombia y Venezuela durante una década. Luego, los celos internos levantaron las fronteras y cada país participante continuó su carrera como nación independiente y soberana. Participante continuó su carrera como nación independiente y soberana.  

 >>Aunque no hay consenso absoluto sobre los miembros de este grupo, en listas e investigaciones suelen repetirse los siguientes nombres: Francisco de Miranda, Antonio José de Sucre, Santiago Mariño, Andrés Bello, Luis López Méndez, José Cortés de Madariaga, Francisco Isnardi y Simón Bolívar, de Venezuela; José María Caro, de México; Bernardo O´Higgins, José Miguel Carrera, Ramón Freire, Camilo Henríquez, Manuel Blanco Encalada, de Chile; Juan Pablo Fretes, de Paraguay; y José de San Martín, José Matías Zapiola, Carlos de Alvear, Bernardo Monteagudo, Gervasio Posadas, Domingo French, Tomás Godoy Cruz y Tomás Guido, de Argentina>>.  

Hasta aquí con la historia de la Logia Lautarina, si te haz quedado hasta el final quiero felicitar tu interés en el tema, más adelante subiré más cosas sobre la masonería. Hasta el sábado lector, !Adiós¡.





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