Ilustración medieval de la construcción de una catedral. Ahora bien, ¿quién organizaba la construcción de una catedral? La gente de dinero, claro. Eran ellos los que se decidían a construir un templo y a financiarlo. Pero a partir de esa decisión, todo quedaba en manos de otras personas. Lo primero que había que hacer era encontrar el lugar adecuado. Ahora el lugar donde se decide levantar una catedral tiene un motivo distinto al de antaño: la cantidad de población, la cercanía con una estación de tren o metro… son motivos más prosaicos. En cambio, en el siglo XIII, y durante toda la Antigüedad, los lugares donde se levantaban los templos eran sitios sagrados. Basados en este echo varios se acercaron a estos templos, y se sintieron fascinados no por estar en lugares de espiritualidad, pues como leíste anteriormente la construcción de esto templos estaba bajo la tutela de los ricos, es decir la gente de cultura, sino que la iglesia había comprendido ya en esa época una gran verdad de la vida: y es que la gente pobre es la más fácil de manipular, mientras menos cultura haya más facil es la idea de llenar la cabeza de alguien de tonterías.
Un ejemplo perfecto de lo último son estas vidrieras, las cuales estaban destinadas a la gente de clases mas bajas: Tan solo hay que ponerse en el lugar de un campesino de la época, que nunca había podido tener una educación formal y correcta, que no sabia leer o escribir y mucho menos conocía el vidrio, el cual se debería sentir perdidamente maravillado al ver estas imágenes, la Iglesia pago grandes cantidades de dinero para instalar estas vidrieras en sus Iglesias no porque sintieran un gusto especial por este arte, sino porque les hacia mas fácil el trabajo de poder venderle a la gente la idea de un mas allá, de un paraíso, todo esto hacia que la iglesia fuera ganando mas fácilmente seguidores haciendo su trabajo mucho mas fácil.
La Catedral de León, e l edificio con mayor número de vidrieras medievales de España, principalmente del siglo XIII.
Vidrieras de la Catedral.
Los santos se mostraban en estas ventanas y suponían una inspiración diaria para las personas con dificultades en su travesía cristiana. Las ventanas también se usaban para ilustrar la iluminación de la mente con el conocimiento divino y cómo la gracia penetra en nuestro mundo.
Las vidrieras son uno de los más bellos tesoros de las iglesias cristianas y están para inspirar y educar a los fieles en muchas travesías espirituales. Siguen siendo una parte esencial de la arquitectura eclesiástica y continúan usándose en construcciones nuevas de todo el mundo.
Interesante, ¿verdad?. ¿Quieres continuar?, bueno déjame hacerte una pregunta, ¿reconoces la siguiente imagen?:
¿Una gárgola?, pues si, aunque no lo creas estas figuras fueron una ingeniosa manera para convencer a la sociedad de la época, ¿sorprendido? pues ahora conocerás la verdad y sabrás que no son solo una decoración o personajes infantiles como se les muestra en la película de Disney "El jorobado de Notre dame":
Seres monstruosos de piedra; caras con colmillos amenazantes al final de largos cuellos, garras afiladas que se extienden hacia el cielo como advertencia en contra de comportamientos no adecuados. Son las gárgolas. Leones, dragones, serpientes y otras criaturas cuelgan de los frisos de decenas de iglesias, catedrales y edificios a lo ancho de Europa, y algo menos en el resto del mundo, dándole un toque maléfico a estos edificios.
Pero, ¿porque comenzaron a agregarlas en las catedrales?. A decir verdad las gárgolas no son un invento reciente, ni siquiera de la Edad Media. Egipcios, griegos y romanos ya las incluían en sus majestuosas construcciones, por lo general en forma de animales conocidos, leones, perros, águilas, etc. Sólo hasta mediados del Medievo aparecen las figuras de seres mitológicos o imaginados.
Gárgola egipcia
Las gárgolas no son más que un sistema para canalizar el agua de lluvia y expulsarla a cierta distancia del edificio para que no dañe la piedra. Por lo visto fue durante la Edad Media , una época en la que la mayoría de los ciudadanos no tenía acceso a la educación, cuando las gárgolas fueron aprovechadas para enviar un mensaje visual. Los patrocinadores de las grandes catedrales querían que la gente creyera que las figuras amenazantes las protegían de los malos espíritus , esto para que creyeran que la Catedral era un lugar seguro y debían acudir a ella lo más frecuentemente posible. Otra versión de la historia cuenta que durante la Edad Media la gente comenzó a desistir de la practica de ir a la Iglesia, los clérigos obviamente molestos decidieron adornar sus mausoleos con estas figuras y así decirles a los pobladores que dichas estatuas reflejaban los demonios que se encontrarían en el infierno, la gente en su ignorancia y con miedo volvían a su vieja practica de siempre. Bien jugado, ¿no lo crees?.
No a todos los curas les gustaba la idea de colocar criaturas inexistentes en las iglesias, pero a juzgar por la expansión del catolicismo y su poder en la Europa medieval, a la mayoría no les molestaba. En Francia existe una leyenda referente a estas figuras, contando el "origen" de las mismas. Se supone que una especia de dragón, con sus alas y fuego por la boca, aterrorizaba a los viajeros que transitaban por un camino. Un tal San Romano , a la sazón arzobispo de la ciudad, persiguió al monstruo, llamado Gargouille (que proviene del latín gargula , garganta), lo capturó y lo llevó de vuelta a Rouen para quemarlo. Como el cuello y la garganta del tremebundo ser estaban templados por el fuego, no pudo ser quemado, así que San Romano decidió colgarlo de una de las esquinas de la catedral, como advertencia a los malos, muy malos espíritus.
A partir de entonces, pocas serían construidas, y las que quedaron, que son muchas, han servido para inspirar cuentos fantasiosos como el Jorobado de Notre Dame y películas de Disney. Aterradoras o prácticas, las gárgolas están ahí, y son historia.
Llegare hasta aquí con las figuras de Marketing eclesiásticas en las catedrales, espero de corazón que te haya interesado. Más adelante intentare hablar de más episodios oscuros o echos grotescos en la historia de la Iglesia Católica, pronto tendrán nueva entrada, pero espero que almenos hayas aprendido algo con esta ultima y que pudieras observar como la frase de Voltaire se cumple de una manera absoluta "el primer clérigo fue el primer astuto que conoció a su primer tonto" . En fin e de despedirme lector, !adiós¡.
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