viernes, 18 de junio de 2021

EVOLUCIÓN DE LAS TÁCTICAS DE INFANTERÍA




Al inicio de la guerra, los soldados de todos los frentes marchaban en compactas formaciones a cielo abierto solo para ser presas de las armas modernas, como los ametralladoras. Contrario a lo que la gente suele creer, muchos líderes militares se dieron cuenta pronto de que las tácticas debían cambiar. Las patrullas de combate y los equipos de ataque a trincheras pronto comenzaron a experimentar con la idea de un liderazgo descentralizado que diera a los suboficiales la oportunidad de dirigir en el frente y tomar decisiones ante situaciones inesperadas. Esta nueva flexibilidad pronto alteró la forma en que la infantería avanzaba al combate, ya que escuadrones más pequeños, pero altamente especializadas aparecieron con nombres como tropas de asalto, Arditi o Jagdkommando. 

Cada equipo y grupo armado debía interactuar entre sí de forma cercana para maximizar la eficacia. Las avanzadas cortaban el alambre de púas enemigo, los equipos móviles de mortero y de ametralladora atacaban para apoyar y ubicar a las defensas sorprendidas. Los lanzagranadas silbaban en las trincheras y los lanzallamas ardían en los escondites al tiempo que la infantería altamente armada cruzaba la línea y atacaba al enemigo. La lucha en las trincheras terminaba siendo cuerpo a cuerpo. En lugar de usar la estorbosa bayoneta, los soldados se apuñalaban con cuchillos, objetos filosos, garrotes y manoplas de cobre. Docenas de granadas de mano explotaban por momentos y formaban nubes de residuos. En las últimas batallas, esta nueva especie de soldados profesionales era la estrella, pues se abría paso en la línea enemiga. 

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