Fecha | 21 de marzo a 5 de abril de 1918 | |||
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Lugar | Francia | |||
Coordenadas | 50°00′10″N 2°39′10″ECoordenadas: 50°00′10″N 2°39′10″E (mapa) | |||
Resultado | Victoria Aliada | |||
Beligerantes | ||||
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Rusia estaba fuera de la guerra y Alemania tenía libertad para transferir cientos de miles de tropas experimentadas al frente occidental para tratar de romper el estancamiento, con la esperanza de ganar la guerra mediante una última y decisiva victoria.
Los americanos todavía no llegaban en masa y los británicos y franceses estaban agotados por las batallas de 1917. Era el momento de atacar. Con el objetivo de capturar finalmente la vital central ferroviaria aliada en Amiens, la Operación Michael sería la primera batalla de la nueva ofensiva.
El plan era abrirse paso a través del Quinto ejército británico y flanquear al Tercero cerca de la enorme y devastada tierra de nadie junto a St. Quentin. Esta iba a ser la madre de todas las batallas; empezó con un millón de bombas de artillería lloviendo sobre los británicos durante cinco horas.
Los cuarteles generales, las comunicaciones y la artillería fueron destruidos. Tras la sorpresa y el terror, las tropas de asalto alemanas abrumaron a las defensas británicas, destruyendo y abriendo una brecha de más de 60 km en sus líneas. Este era el principio del Kaiserschlacht
Ofensiva de primavera alemana, también conocida como la Kaiserschlacht, fue una serie de ataques alemanes sobre el frente occidental en la primavera de 1918. Alemania tenía la ventaja de tener más hombres bajo su mando que los aliados desde que Rusia había dejado la guerra tras la revolución. El alto mando alemán se dio cuenta de que esto no duraría, pues millones de tropas empezaban a llegar de Estados Unidos. Si Alemania quería ganar la guerra, ¡debía golpear ahora y golpear fuerte!
Las tropas de asalto alemanas dirigirían el ataque. Sería el primero con tanques alemanes y habría una artillería tan impresionante que podría oírse hasta en Londres.
Los alemanes rompieron las líneas aliadas, avanzando más que nadie en el oeste desde 1914, pero al pasar las semanas no fueron capaces de movilizar suministros y refuerzos suficientemente rápido para continuar con el avance. Aunque habían tenido grandes logros e infligido daños devastadores al enemigo, no lograron la victoria final y el ejército alemán quedó exhausto y mermado.
SEGUNDA BATALLA DE VILLERS-BRETONNEUX, 1918
La fuerza absoluta de la ofensiva de primavera alemana en 1918 asombró a los británicos, forzándolos a retroceder casi hasta Amiens antes de que pudieran detener a los alemanes en las afueras de la ciudad. Amiens, un centro logístico y ferroviario, era vital para el esfuerzo de guerra británico y debía ser protegida y controlada.
Los alemanes capturaron la aldea vecina de Villers-Bretonneux y bombardearon Amiens, pero las líneas de suministro alemanas estaban diezmadas por lo que no pudieron capitalizar su éxito, y un contraataque británico y australiano los hizo alejarse. Pero los alemanes no estaban acabados, el 24 de abril, apareció un tanque alemán A7V penetró en las líneas defensivas británicas, amenazando Amiens.
Tres tanques británicos Mark IV le hicieron frente en la primera batalla de tanques de la historia y lo mantuvieron a raya el tiempo suficiente para que apareciera un escuadrón de tanques Whippet. Alejaron a los alemanes y el sector de Amiens quedó a salvo.
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