Un árbol de acero en la tierra de nadie es una excelente posición para un francotirador. Una vaca muerta falsa es un escondite perfecto para observar al enemigo. Una cabeza falsa para atraer el fuego de un francotirador. Un casco en el piso oculta un observatorio bajo tierra. Estos ingenios surgieron de la necesidad de estar oculto en el frente.
Un París falso
Quizá la historia más espectacular es la del "segundo París" construido por los franceses hacia el fin de la guerra para engañar a los bombarderos alemanes. Se encontraba en las afuera de París, al norte, y contaba con calles falsas, luz eléctrica y copias de los Campos Elíseos, la Ópera, el Arco del Triunfo y la estación de tren Gare du Nord. Los edificios eran sumamente detallados. Muy pocos parisinos conocen esta historia. La París falsa se desarmó rápidamente cuando la guerra terminó en 1918
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