El frente oriental en 1916
Fecha | 4 de junio-20 de septiembre de 1916 (3 meses y 16 días) |
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Lugar | Galitzia |
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Resultado | Victoria rusa. |
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Beligerantes |
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Comandantes |
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Bajas |
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1 850 000 (incluyendo 400 000 prisioneros) | 500 000 |
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En 1916, el frente oriental está estancado. Tras diversas campañas fallidas y costosas, los rusos no quieren atacar y el Imperio austrohúngaro se conforma con mantener la línea. Alemania luchaba en Francia y Bélgica contra los aliados, que necesitaban atacar a las Potencias Centrales por ambos frentes. Por lo tanto, debido a la falta de recursos, el ejército ruso se vio obligado a buscar nuevos métodos para acabar con las fuerzas superiores de los Habsburgo que tanto habían resistido.
LA OFENSIVA
Alexei Brusílov
El general Alexei Brusílov acababa de ser nombrado comandante de los cuatro ejércitos rusos en la parte sur del frente oriental, pero ya tenía planes para una ofensiva contra las Potencias Centrales al mismo tiempo que las ofensivas francesa y británica en el frente occidental durante el verano de 1916. Brusílov era más competente y agresivo que sus colegas, y esperaba acabar de un solo golpe con las fuerzas cansadas y debilitadas del Imperio austrohúngaro en Galicia. Ordenó a sus oficiales que proveyeran a la artillería con más proyectiles que nunca, mapas minuciosamente detallados e inteligencia precisa sobre las defensas. También planeó implementar nuevas tácticas con tropas de choque durante el ataque. El 4 de junio, los bombardeos concentrados de artillería sacudieron las líneas austrohúngaras, mientras los ataques de distracción confundían a las defensas. Las tropas de choque, armadas con granadas de mano y con ayuda de las ametralladoras, se abrieron paso por las trincheras destruidas y recibieron apoyo inmediato de los reservas. Lograron abrirse paso por distintos puntos de las 250 millas del frente y parecía que la resistencia austrohúngara colapsaría, pues se encontraba en plena retirada. Brusílov urgió a los comandantes rusos del norte que también atacaran para atrapar a los alemanes antes de que se dirigieran al sur a reforzar a los austriacos, pero los comandantes se retrasaron demasiado y Alemania pudo enviar a su aliado el apoyo que tanto necesitaba. La ofensiva Brusílov fue un gran victoria rusa, pero fue la batalla más mortífera de la guerra, con pérdidas en ambos bandos que alcanzaron los dos millones, y Rusia perdió una gran oportunidad de sacar al Imperio austrohúngaro por completo del conflicto.
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