No se puede exagerar la importancia del Canal de Suez para los británicos durante la guerra. Con millones de tropas de India, Australia y Nueva Zelanda dirigiéndose a Egipto y Europa, y con el petróleo británico de Persia siendo embarcado a través del canal, era una línea de suministro vital. Si el Imperio otomano la capturaba, dañaría severamente las rutas de las tropas y de los suminstros, y pondría a todo el Mediterráneo Oriental en manos de los otomanos.
A principios de 1915, los otomanos cruzaron el desierto del Sinaí para atacar el canal. Para lograr esta hazaña casi imposible, los ingenieros alemanes iban en avanzada perforando pozos de agua a lo largo del desierto. Cuando los otomanos llegaron al canal, sabían que tenían solo cuatro días para tomarlo antes de quedarse sin suministros.
Si querían tener cualquier oportunidad de éxito, la artillería otomana sería vital para el ataque,y lanzarían ataques de distracción a lo largo del canal con la esperanza de confundir a los defensores. Los otomanos atacaron el Canal de Suez varias veces durante la guerra, pero nunca lograron tomarlo. Los británicos contraatacaron y los forzaron a regresar al desierto del Sinaí.
CAMPAÑA EN PALESTINA Y EL SINAÍ
Después de que el Imperio otomano no consiguiera quitarles el Canal de Suez a los británicos a principios de 1915, los británicos los persiguieron hasta el desierto y se creó un nuevo frente que duró hasta el final de la guerra.
La pelea en el desierto era muy diferente de los campos de batalla de Europa, pero los tanques hicieron su aparición incluso en este territorio durante la segunda batalla de Gaza. Los objetivos eran Damasco, Alepo y evitar una vía férrea operativa entre Berlín y Bagdad para las Potencias Centrales, quienes ya habían conectado Berlín con Constantinopla.
Los británicos también ayudaron económica y materialmente a la Rebelión Árabe en contra de los otomanos, que crecían en fuerza a lo largo y ancho de la región. Cuando cayó Damasco, la rebelión se completó. El resultado final fue el control británco sobre Palestina y el control francés sobre Siria y Líbano. Las fronteras que se dibujaron tras esta guerra siguen siendo hoy motivo de conflicto.
Tanques y la Guerra desértica
La lucha en los desiertos de Persia y las planicies amplias de Palestina normalmente significaba cargar sobre campo abierto sin cobertura. Una sola ametralladora en manos otomanas podía detener la avanzada de toda una companía británica.
Ciudades como Gaza o Bagdad eran fortalezas modernas, con trincheras largas y combatientes feroces que detenían cualquier avance frontal. Los tanques y autos blindados actuaban como cobertura móvil, una sombra tras la que avanzaba la infantería, pero, a diferencia de la tierra de nadie en el frente occidenta, aquí los tanques, que tenían nombres como Pincher, Sir Archibald y War Baby, sí tenían espacio para maniobrar y usar la velocidad de sus motores al máximo.
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